Ana Raquel nos cuenta por qué ha vuelto a Kantar.

Ana Raquel ama la playa. Aunque en Portugal hay muchas playas que le encantan, casi siempre la verás organizando y reservando viajes para conocer otras. Forma parte de la división de Worldpanel en Lisboa y nos ha contado por qué Kantar es el lugar adecuado para ella.
31 enero 2024
Una mujer inclinada junto a una planta. Lleva el pelo largo y castaño, una chaqueta negra y un vestido rojo.

Gestora de investigación/cuentas, Portugal

Háblanos de tu trabajo. 
Trabajo como gestora de clientes en el departamento de Servicio al Cliente.

Este departamento sirve de enlace entre Kantar y los clientes (fabricantes, minoristas, distribuidores de combustible o tiendas de ropa, entre muchos otros). Nuestra labor diaria consiste en buscar nuevas oportunidades de negocio para Kantar, y la mayoría de las veces eso implica encontrar nuevos espacios u oportunidades para que nuestros clientes expandan su propio negocio. Analizamos datos, preparamos presentaciones y, después, vamos al cliente y formulamos recomendaciones que ayudan a cambiar el mundo (poco a poco). Ya sea proponiendo nuevos sabores de yogures, nuevos momentos para consumir bebidas o identificando la necesidad de un sistema de fidelización para un minorista, todo empieza con nosotros y nuestros datos.

Como responsable de personal, trabajo con un equipo al que transmito mi propia experiencia y conocimientos del mercado, para que, a su vez, puedan crecer y ofrecer presentaciones reveladoras a nuestros clientes y, así, llegar más lejos en sus carreras profesionales.

¿Qué sorprendería a la gente del trabajo que desempeñas?
Se podría pensar que un puesto en el equipo de Servicio al Cliente es una función totalmente comercial, pero es mucho más que eso. La parte comercial surge casi de forma natural, porque eres un analista de datos, un buen comunicador y ponente, y un negociador eficaz. Si identificas que un cliente tiene una oportunidad de crecimiento, siempre se te ocurre cuál es el mejor estudio o información que podrías proponerle para conseguir información adicional y ayudarle a comprender dicha oportunidad. Además, es crucial entender perfectamente todo lo que ocurre en la empresa, desde cómo recopilamos y procesamos los datos hasta cuál podría ser el resultado, de modo que nos convertimos casi en especialistas de la actividad de Kantar.

En un principio te fuiste de Kantar. ¿Por qué decidiste volver?
Decidí volver a trabajar para Kantar porque es la empresa en la que me he sentido escuchada, donde he podido enfrentarme a retos razonables y, sobre todo, donde he visto reconocido mi trabajo. Por ejemplo, la empresa nos permite conciliar la vida laboral y la personal. Además, recibimos mucho reconocimiento por el trabajo bien hecho y tenemos la oportunidad de expresar nuestra opinión a fin de mejorar la empresa (el equipo directivo es muy receptivo, y se celebran sesiones de preguntas y respuestas). He forjado varias amistades (algunas para toda la vida, espero) en muy poco tiempo, y he encajado a la perfección con la cultura, el ambiente y la ética empresarial de Kantar. Uno de mis jefes me dijo que parecía que hubiera trabajado aquí toda la vida, y esa sintonía fue una de las razones por las que aquí siempre me he sentido «como en casa» y por las que decidí volver. El ambiente de trabajo y el equipo son estupendos. Intercambiamos ideas y no hay cabida para la competitividad destructiva; simplemente, nos ayudamos los unos a los otros. Ese es el tipo de ambiente que realmente contribuye a que las personas prosperen y crezcan profesionalmente, permitiendo que los demás compartan su experiencia.

¿Tienes flexibilidad laboral? 
Kantar siempre me ha ofrecido flexibilidad.

Durante la pandemia, teletrabajábamos toda la jornada, y ahora hemos vuelto a la oficina, pero solo al 50 %. Tiene sentido que pasemos tiempo juntos, porque reforzamos la cohesión del grupo e intercambiamos ideas. Pero, aunque vayamos a la oficina, tenemos plena flexibilidad para decidir qué días nos convienen más, teniendo en cuenta no solo nuestra carga de trabajo, sino también nuestros compromisos personales. 

Además, disponemos de nuestro tiempo con flexibilidad: si tienes que ir al médico o, simplemente, quieres acabar antes la jornada laboral, puedes gestionar tu propio horario. Conozco a algunos compañeros con hijos que optan por recogerlos del colegio y pasar tiempo con ellos, y trabajar por la noche, cuando los niños ya están durmiendo.